Las vides de Pie Franco o Pie Directo son aquellas que crecen directamente sobre sus propias raíces
Las cepas, de Pie Franco o Pie Directo, son una única planta desde la raíz hasta los pámpanos, es decir, estos viñedos, no han sido injertados en portainjertos. En definitiva, representa a la planta con una variedad única: raíz y planta son una unidad.
Una gran cualidad de las viñas de Pie Franco es su mayor resistencia a las enfermedades, puesto que están libres de depender de esa compatibilidad entre la vid y el portainjerto. Otra gran ventaja está relacionada directamente con la producción del vino, puesto que las referencias elaboradas con estas cepas, reflejan de manera más exacta las características de la variedad de la uva y del terruño. Los viñedos a Pie Franco o Pie Directo son escasos y muy considerados en la enología, ya que, representan toda la riqueza varietal. Pie Franco es sinónimo de un producto diferente y en muchos casos de calidad.
Para entender su importancia, nos ponemos en contexto y nos remontamos a la Europa de mediados del siglo XIX. A partir de 1863, una plaga desató una grave crisis vitícola en Europa: la filoxera. Tal fue su alcance, que se necesitaron más de 30 años para superarla, y fue, con la ayuda de portainjertos de origen americano, que por su naturaleza era resistente a la filoxera. A estas cepas se las denominó de Pie Americano y hoy en día, suponen la gran parte de las viñas que se cultivan en el mundo.
La solución llegó abordando las raíces de las cepas. Se descubrió que este insecto, parásito de la vid, destruían la planta a través de las raíces de la Vitis Europea, pasando de una planta a otra horadando el suelo, por ello, en suelos más arenosos y secos donde la tierra se desmorona no proliferan, el 30% aproximadamente, de las vides españolas cultivadas en terrenos secos, pudieron resistir, así es como se ha podido mantener, un cierto número de viñas de Pie Franco. Sin embargo, el resto de cepas tuvo que replantarse con pies (raíces), de Vitis Americana, puesto que son inmunes al ataque de la filoxera.
Volviendo a la actualidad y tras este breve repaso a la historia de una de las joyas enológicas del mundo, ponemos en valor a las bodegas que se esfuerzan por preservar, elaborar y comercializar estos vinos de Pie Franco, como es el caso de Bodegas Campos Reales. La bodega conquense lo hace a través de su referencia Cánfora Pie Franco.
Cánfora Pie Franco, Denominación de Origen La Mancha, es un vino elaborado con uvas de la variedad Tempranillo procedente de viñas viejas de Pie Franco de más de 60 años de edad, con producciones pequeñas de 2 a 2.5 Kg por cepa. Después de una cuidadosa fermentación a temperatura controlada, el vino es trasegado a barricas de roble americano donde tiene lugar la fermentación maloláctica. Posteriormente, se envejece en barricas de roble francés durante 14 meses más. Por sus características, este vino puede consumirse hasta dentro de 10 – 15 años.
En conclusión, la cata de un vino elaborado con cepas de Pie Franco es toda una experiencia en sí misma, donde encontramos la variedad en estado puro. Desde la copa de vino viajamos a la raíz principal de la cepa, a través de ella, la planta alcanza tal profundidad que extrae esa mineralidad que encontraremos en vinos tan singulares como Cánfora Pie Franco«, sin duda, una joya de la enología.