Bodegas Campos Reales recibe el sello «Sustainable Wineries for Climate Protection» (SWFCP), la única certificación en materia de sostenibilidad ambiental para el sector vinícola

Durante este año, la bodega conquense ha sido certificada en Huella de Carbono y en Protocolo «Wineries for Climate Protection» (WfCP). «Wineries for Climate Protection», es un protocolo de sostenibilidad especifico para el sector del vino e incluye, en cierta medida, la huella de carbono, puesto que este protocolo es un sistema de puntuación donde si tienes calculada tu huella de carbono, ésta puntúa en «Wineries for Climate Protection». En definitiva, Bodegas Campos Reales, el haber contado con su certificación de huella de carbono, le ha favorecido para obtener una mejor puntuación en el protocolo «Wineries for Climate Protection» (WfCP).

 

Este reconocimiento supone la culminación de un prolongado proceso en el que el equipo de Bodegas Campos Reales ha trabajado exhaustivamente. Un logro que supone haber alcanzado la sostenibilidad integral con el sello SWFCP el cual ratifica que la bodega considera criterios de gobernanza, dimensión ambiental, social y económica.

El protocolo Wineris incluye:

La gobernanza: El término gobernanza se refiere a las interacciones entre estructuras, procesos y tradiciones que determinan cómo se ejerce el poder y las responsabilidades, cómo se toman las decisiones y cómo intervienen los diferentes grupos de interés. Por consiguiente una buena gobernanza es una forma de gobierno para alcanzar un desarrollo económico, social y ambiental estable.

Dimensión ambiental: trata sobre la reducción de emisiones según la actividad productiva (reduciendo el valor de la huello de carbono), uso de energías renovables y mayor eficiencia energética (utilizar fuentes de energía alternativa para cubrir las necesidades ahorrando el consumo en la actividad productiva, energías renovables), mejor gestión del agua (optimizar el uso del agua por unidad productiva, mediante una gestión eficaz y eficiente de su disponibilidad en los procesos productivos, y control de los vertidos de aguas residuales), reducción de los residuos (reducir la cantidad generada de residuos y aplicar medidas de reciclaje y valorización de los materias (utilizar los subproductos de la bodega, como nueva materia prima de producción) y conservación del suelo y la biodiversidad (promover prácticas de gestión del viñedo y de la actividad productiva en bodega dirigidas a la preservación y ampliación de la biodiversidad, y a garantizar una adecuada conservación del suelo, reduciendo los riesgos de erosión y que tengan en cuenta un uso sostenible de fertilizantes y fitosanitarios).

Dimensión social: Trabajadores y proveedores de servicios (promover condiciones de trabajo de calidad, que permitan la conservación de la salud física y mental de los empleados y la seguridad del entorno laboral; preservar y fomentar el atractivo de las bodegas, a fin de atraer y retener mano de obra competente; contribuir en su trato con proveedores y productores a promover relaciones justas y equitativas, garantizar la sostenibilidad económica y social de la cadena de suministro), Relación con el territorio y cultura local (forjar y mantener una buena relación con la comunidad local y los vecinos, para fomentar la imagen positiva del sector vitivinícola, preservar y fomentar las características culturales locales, tener en cuenta y preservar la competencia profesional vitivinícola local) y seguridad y salud de los consumidores (incorporar la seguridad alimentaria de los productos y procesos al sistema de gestión e incluso superar los requisitos de las regulaciones sanitarias en vigor cuando sea necesario (sistemas de trazabilidad, formación de empleados, supervisión, etc.); Fomentar el consumo moderado y responsable.

Dimensión económica: donde se analiza la resiliencia (generar valor para la región/comunidad local y capturar el valor generado; mitigar los riesgos económicos. Fomentar la innovación y creatividad del sector vitivinícola) y la eficiencia (utilizar herramientas eficaces de control de costes por lo que respecta a las operaciones en el viñedo, la bodega y otras infraestructuras vitivinícolas. Fomentar la adaptación rápida de los activos de la organización a las nuevas condiciones tecnológicas).

Este sello gestionado y garantizado por la Federación Española del Vino (FEV), es una muestra al consumidor del buen hacer del equipo de la bodega por lograr la máxima sostenibilidad posible en los trabajos realizados.

 

¿Qué es SWfCP?

Sustainable Wineries for Climate Protection es la evolución de nuestro sello de sostenibilidad, «Wineries for Climate Protection«, que surge en 2015 como la primera y única certificación específica para bodegas en materia de sostenibilidad medioambiental. La ampliación de este sello pionero tiene un claro objetivo: adaptarse a estándares más exigentes y alinearse aún más con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), incorporando desde enero de 2023 criterios de sostenibilidad social, económica y de gobernanza, consolidando ‘Sustainable Wineries for Climate Protection‘ como un certificado de sostenibilidad integral.

Desarrollado por la Federación Española del Vino (FEV), el esquema de certificación SWfCP define los criterios que debería cumplir una bodega sostenible. Las bodegas que cumplan con dichos criterios pueden solicitar su certificación a alguna de las entidades autorizadas para ello y, en caso de obtener un informe de verificación favorable en base a los criterios de evaluación del reglamento, obtendrán el certificado Sustainable Wineries for Climate Protection que les define como una bodega medioambientalmente sostenible.

La certificación SWfCP está orientada a la mejora continua y a la sostenibilidad de las bodegas, actuando en cuatro pilares fundamentales: Medioambiental, Social, Económico y de Gobernanza.